jueves, 1 de julio de 2010

Plan Lector. Mes de Julio 2010. La Chirimoya

COLECCIÓN: Historias deliciosas

Autora: Teresina Muñoz Najar

Año de Edición: 2008

Financia y promociona el libro: Wong- Metro


Título: La Chirimoya



Cuando los españoles llegaron al Perú hace más de 500 años y me encontraron en las quebradas andinas, quedaron maravillados conmigo. Apenas me probaron se relamieron de gusto. "¡Qué delicia!, ¡qué blanca!, ¡qué delicada!, comentaban felices.

SOY UNA JOYA

Y es que soy así: dulce pero también un poco ácida, cremosa y muy perfumada.



Los cronistas hablaron mucho de mí. Ellos eran unos señores que apuntaban todo lo que veían en unas libretas grandes y gruesas, que después se convertían en libros importantísimos.




También me estudiaron y saborearon los primeros viajeros que llegaron a América a curiosear y a sorprenderse con tantas novedades.





Mis cronistas favoritos son dos: el padre Bernabé Cobo y el Inca Garcilaso de la Vega.

GRACIAS DON GARCILASO


El padre Cobo, que escribió muchas cosas sobre los incas, llegó de España al Perú cuando apenas tenía 16 años y murió en Lima. En cambio Garcilaso nació aquí. Su madre fue una princesa inca y su padre un militar español. Así que su información es de primera mano.


Garcilaso es muy, muy famoso, igual que su libro "Los Comentarios Reales". Allí cuenta que los españoles me llamaban "manjar blanco" porque cuando me partían por la mitad, cada mitad parecía un tazoncito con una crema igualita al manjar, solo que con pepitas negras.



Y el padre Cobo contaba que las hojas de mi árbol curaban algunas enfermedades.


DE PASEO EN MUSEO

Pero mucho antes de la llegada de los españoles ya teníamos nuestra fama. Estábamos entre las frutas favoritas del Señor de Sipán, un jefe mochica muy importante.

Como en esa época no existían las cámaras de fotos, los mochicas y los chimú, que así se llamaban los antiguos peruanos que vivieron antes que los incas, tallaron mi figura con sus propias manos. ¡Ahora estoy en los museos!



FRÍO RICO


Mi nombre está formado por dos palabras quechuas, que significan "fruta fría". Yo creo que me llamaron así porque mis árboles pueden sobrevivir en las alturas, pero prefieren los climas templaditos. Los agricultores que me conocen dicen que aunque no soportamos la nieve nos gusta verla de lejos.


Y aparecí por primera vez en unos valles muy lindos que hay entre Ayabaca, Piura (Perú) y Loja (Ecuador).



El chirimoyo, que así se llama mi árbol, es muy gracioso: le gusta crecer en los barrancos donde es muy difícil cosecharme. Pero como soy tan rica a nadie le molesta treparse hasta alcanzarme.


Eso sí, soy muy delicada. No soporto las lluvias ni los vientos fuertes y me tienen que cuidar bastante para que crezca sanita y deliciosa.




DOCTORAS PEPAS




Mis semillitas que son negras y pequeñas son muy poderosas. A los hombres y mujeres no les pasa nada si las muerden, pero otros seres vivos como los insectos no la pasan muy bien.

Molidas sirven para matar a los fastidiosos piojos. Y convertidas en aceite acaban con las garrapatas que se comen mis hojitas.


UNA DULCE FAMILIA


En mi familia hay varias frutas tan simpáticas como yo, por ejemplo el anón y la guanábana, que es más conocida. Es un poquito más grande que yo, pero no es tan dulce. En el Perú la usan para preparar una riquísima mazamorra llamada "champuz"


Fue una de las primeras frutas en irse a Europa, luego de que unos marineros que llegaron con Colón la encontraron en el Caribe.

A mí, como soy tan delicada, me ha sido difícil viajar de un país a otro. En cambio mi prima se fue muy rápido a todos los países tropicales del mundo. Hay jugo de guanábana embotellado y también hay conservas de su pulpa.




El anón es muy raro. No se encuentra fácilmente en los mercados.

Los anones crecen en algunas huertas de las zonas amazónicas. Es muy divertido comerlos pues se les pela la cáscara de arriba hacia abajo y luego quedan como si fueran paletas de helados. Con ellos también se pueden preparar jugos, helados y mermeladas.



En el Perú hay lugares donde somos riquísimas. En Canta, que es una provincia de Lima, crecemos abundamente sobre todo en los meses de junio y julio.

QUIERO CHIRIMOYA


En el pueblo de Collo, que queda cerca de Canta, nosotras y las paltas tenemos nuestro propio festival, donde cada año hay concursos para elegir a la chirimoya más grande.






Pero las chirimoyas más famosas somos las de Cumbe, en Matucana, cerca de LIma. Algunas llegamos a pesar dos kilos y podemos ser tan grandes como la cabeza de una persona. Además somos las que menos semillitas tenemos y nuestra piel es muy lisa.



CHIRIMOYA GITANA

Cuando mi prima la guanábana y yo llegamos a Europa nos cultivaron primero en huertos y jardines, y después en terrenos cada vez más grandes porque la idea era vendernos en los mercados.


El país europeo que cultiva más chirimoyas es España. Y los más grandes productores en América son Chile, Perú, Costa Rica y Mexico.



En lugares como el Japón, hasta donde llegamos en avión porque ahí no nos cultivan, podemos costar una gran cantidad de dinero. ¡Somos las frutas más caras que hay!



Pero no solamente viajamos como fruta fresca, también nos presentamos como harina (para hacer helados) en esencia, en pasta y en crema.



De cualquier forma, en todas partes nos quieren bastante. Tal vez sea porque muchas tenemos forma de corazón.



O porque nuestro sabor recuerda al plátano, a la piña y a la fresa.

¡Todo el mundo nos quiere!


2 comentarios:

Laura dijo...

¡Genial este cuento! Estoy escribiendo un blog sobre la chirimoya y he incluido la información, citando la fuente, claro. Me encanta que se dediquen tantos esfuerzos a promover una fruta tan buena como la chirimoya: http://lachirimoya.blogs.upv.es

ScSWinter dijo...

Impresionante!!! Si es mi fruta favoria :P Yo, como laura tengo un blog sobre la chirimoya ;) y me gustaría (con tu permiso y referencia inclusive) difundir este cuento tan hermoso :D

Cuidate :P